Curioso me pareció esto el otro día, cuando pasaba por Alonso Martínez. Estaba seguro de que alguien la habría publicado en flickr! y no me ha costado encontrarla. Reconocer hay que tiene su gracia.

Aquí está mi crónica tardía de la noche en blanco. Dicen que llovió, a mí me pilló cenando y no volvió a caerme una gota, lo que es un punto, porque te pilla en una cola de museo y me imagino que la pasión por la cultura de cualquiera se dispara. La verdad es que museos estuve en pocos, por no decir en ninguno. Nos fuimos directamente al matadero (el nombre es de por sí potente).

Desde esta noche pasada se puede decir que estoy totalmente trasladado de casa. Al final, no ha sido para tanto (aunque sigue habiendo un montón de cosas en cajas todavía, pero paciencia). No me he ido muy lejos de donde estaba antes, a cuatro minutos de hecho. No sabéis el gusto que da estrenar casita y no tener nada de nada (por eso de alquilar sin muebles). Por suerte, además, tengo algún vecino altruista que me deja su conexión wifi mientras a mí me trasladan la línea.

Así es. Desde el viernes pasado ya no trabajo donde lo he solido hacer durante los últimos 3 meses. Para el que no recuerde, vine a Madrid un 15 de febrero de 2005, volviendo del extranjero. De hecho, me vine porque había funcionado una de las dos entrevistas que hice en Navidad (gracias Álex). El tema del trabajo en la UJI ha precipitado mi despido de SIA, la primera empresa de seguridad informática en España (en facturación).

El sinvergüenza de Luna ha tenido la jeta de venirse a Madrid este fin de semana. Y digo jeta porque no ha venido a verme expresamente, sino que se ha venido a una quedada de piratones y ha aprovechado para quedarse en mi casa ;) Y yo que le llevaba diciendo que se viniese a Múnich desde tiempos inmemoriales y fue incapaz de aparecer. Por cierto, estoy de vacaciones. Si tengo algún mail pendiente probablemente tendreis respuesta hoy.

Ése es el eslogan de [Metro Madrid](https://es.wikipedia.com/wiki/Metro Madrid), del que tuve oportunidad de acordarme ayer durante un buen rato. Es tan sencillo como que uno de los mejores metros del mundo parece que es incapaz de poner la palabra autobús seguida de otra como sustitución, unida por una preposición (pongamos de). Vamos: autobús de sustitución. Creo que no es tan difícil de conseguir. Y todo viene porque ayer por la mañana se helaron las vias (eso dijeron, la verdad es que nevó en la sierra y todo) de la línea 10.

peralta@tristessa:~$ wget ftp.es.kernel.org/pub/linux/kernel/v2.6/linux-2.6.11.8.tar.bz2 -19:58:17-- https://ftp.es.kernel.org/pub/linux/kernel/v2.6/linux-2.6.11.8.tar.bz2 => `linux-2.6.11.8.tar.bz2' Resolviendo ftp.es.kernel.org... 213.140.37.22, 130.206.1.5, 157.88.47.180 Conectando con ftp.es.kernel.org[213.140.37.22]:80... failed: Conexión rehusada. Conectando con ftp.es.kernel.org[130.206.1.5]:80... conectado. Petición HTTP enviada, esperando respuesta... 200 OK Longitud: 37,117,402 [application/x-tar] 16% [=====> ] 6,044,244 418.70K/s ETA 01:17 Sí, esto en casa. Sí, con Jazztel.

Va a ser que Madrid también es pequeña (yo diría pequeño, pero es una ciudad). Esta mañana, mientras venía leyendo mi libro de turno de camino al trabajo en el maravilloso metro he visto una bota. Más bien dos, enfundaban unas piernas bien largas de una chica sentada delante de mí. Poco a poco llego hasta la cara. Y, hostia, ¡Virginia! Pozi pozi, y no, no había reconocido las piernas a priori :P

Pues eso. Esta noche colgaré yo mi foto matinal. Y pensaba que no volvería a verla.

Hace un rato comentaba el fin de mis historias germanas. Con esta entrada inauguro la nueva sección de historias de los madriles, donde acabarán todos los posts que tengan que ver más o menos con la rutina diaria y no relacionados con mis ralladas mentales. Os pongo un poco en materia: llegué el día 15 a Madrid, sin pasar por Castellón. Hasta Madrid llegué con Jose, cosa que me permitió facturar 35 kilos de equipaje en el aeropuerto.